
KARATE DO
El Karate Do (空手道), es un arte marcial de origen japonés, cuyo nombre se puede traducir como
“senda filosófica de la superación personal a través de la técnica de la mano vacía”. Con mano vacía se
refiere a que las técnicas empleadas no utilizan armas. El Karate Do es un camino de superación
personal y como tal hay que despojarse de los malos pensamientos, acciones y actitudes, de nuestro
ego; pensando siempre en un práctica limpia, honorable y sana.
El Karate Do se compone de tres grandes pilares: Kihon, Kata y Kumite:
- El kihon consiste en la práctica diaria y regular de los fundamentos o técnicas básicas.
Diariamente deben ser reforzados los fundamentos de tal manera que las técnicas lleguen a ser
un reflejo para el practicante. Solo con la práctica constante se puede llegar a la perfección. - El kata, cuyo significado es “forma” debe entenderse como “combate contra enemigos
imaginarios”. Las katas siguen un patrón preestablecido en el cual el practicante realiza
movimientos de defensa, ataque y desplazamientos como si estuviera enzarzado en una
contienda real. La kata es además la manera de transmitir y preservar la técnica y
conocimientos, su uso y propósito y la mejor manera de ponerla en práctica. - El kumite es la aplicación de las técnicas en un combate real, ya sea por pasos, en común
acuerdo, regulado o libre. Esto último constituye el principal medio de participación en
campeonatos y torneos.
La práctica del Karate Do no se refiere tan sólo al desarrollo técnico y táctico, al acondicionamiento
físico, al estudio de los katas y al combate real o deportivo. También debe ir de la mano del desarrollo
de la parte humana y la parte espiritual, el crecimiento como personas y ciudadanos ejemplares que
unidos por el bien común benefician a la sociedad.
Para lograr esto, el Karate Do posee principios y objetivos comunes para el crecimiento de sus
alumnos: respeto, justicia, armonía y esfuerzo son los primordiales.