Los cuatro enemigos del budoka
ODORI – OSORE – UTAGAI – MADOI
ODORI: ESPANTO
Este es el enemigo más fuerte que se debe dominar sin permitir que crezca, pues es un producto del “miedo”. El espanto debe ser eliminado de la mente del Budoka, pues paraliza los movimientos y entramos con gran desventaja a una confrontación. El espanto es como una carga pesada de la cual tenemos que deshacernos completamente. Lo contrario al espanto es el “coraje” o “espíritu de combate”, el cuál debemos cultivar para alcanzar el “ambiente del samurai”. De nada sirve una buena técnica si nos hace falta el coraje y nos “espantamos” por un “kiai”, por la agresividad, fortaleza o estampa del adversario. El espanto nunca es un factor beneficioso, pues nos hace fracasar en los momentos más importantes y si se trata de un ataque callejero con o sin arma, el espanto “congelará” la sangre de nuestras venas y nuestro cuerpo falto de reflejos se paralizará y caeremos ante el enemigo, al cual podríamos derrotar si desterramos el miedo y cultivamos nuestra agresividad para contratacar y dominar.
Cultive su “espíritu de combate” y así será usted quien produzca el “espanto” en su adversario.
OSORE: TEMOR
El temor es fruto de la falta de confianza en si mismo. Debemos vencer el pensamiento negativo de incapacidad o inseguridad, ya sea en la ejecución de técnicas, o cuando confrontamos compañeros de mayor grado o condiciones físicas. Si nos sucede el temor, nuestro rendimiento será pobre y sin espíritu. Con temor, nunca estaremos capacitados para una defensa y contraataque efectivos.
Odore y osore son dos fuerzas negativas hermanas, que pueden ser vencidas gracias al “Espíritu de Samurai” que cada día crece en nuestra mente y corazón con el entrenamiento del kihon, kata y kunite. Debe desterrar de su mente el Osore porque la efectividad ante el peligro puede ser nula en el momento más importante.
UTAGAI: FALTA DE CONFIANZA EN SI MISMO
No permita que la indecisión o inseguridad se apoderen de su mente y le hagan perder facultades por falta de confianza en si mismo. La mejor forma de combatir este estado negativo de la mente es manteniendo su entrenamiento constante y aclarar cualquier duda. Acostumbrarse a trabajar con diferentes compañeros, romper la timidez natural del principiante, nunca dejarse dominar por la timidez y la inseguridad, mantener una “confianza tranquila” en sus técnicas, pensando que las técnicas le saldrán cada vez mejor.
Debe auto-sugestionarse, piense: “mi técnica es cada día mejor, mi cuerpo es cada vez más fuerte, ágil y resistente, mis reflejos mejor condicionados, cada día me supero física, moral y espiritualmente… lo que voy a ejecutar lo haré de la mejor forma posible, tengo fe y , seguridad en mis capacidades y mi confianza es ilimitada e inquebrantable
MADOI: ENTENDIMIENTO INCORRECTO
La falta de atención a las indicaciones tiene como resultado la incorrección en la mecánica, respiración y propósito esencial de la técnica. Desde que estamos en seiza, nuestra meditación “mokuso” debe encaminarse siempre a despejar nuestra mente “mushin”.
No permita que, por distracción o indiferencia a las explicaciones, su mente y cuerpo adquieran defectos que si no son corregidos a tiempo serán difíciles de erradicar.
Busque siempre la verdad a través de toda su vida, consulte con profesores y compañeros. Evite sentirse auto-suficiente. Pregunte para evitar incorrecciones. Karate Do requiere un estudio perpetuo.